Ms Sovasini 9

Nueva entrega: Ms Sovasini 9

• Nuevamente nos enfrentamos a un serio problema en 2013.

Quería la enfermera ir a su casa, pero no pudo ir debido a problemas en el transporte local. 

No tenía opción para salir del área, de modo que planeó coger algún coche que pasara por allí. Le dije que la acompañaría hasta el hospital de Tikabali donde tenía que hacer unas gestiones. Mientras esperábamos, llegó un coche y las dos subimos, pero una vez dentro, el conductor le dijo a la enfermera que le diera todas sus joyas, que si no se las daba la mataría.

Yo estaba sentada en el asiento delantero con el conductor y empecé a hablarle suavemente para convencerlo.  La noche se acercaba y estaba lloviendo.  El coche iba muy rápido, y pensé, esta persona no tiene armas. Si tuviera alguna ya la habría usado con nosotras.

Entonces decidí interrumpir la conducción peleando con el conductor. Le dije a la enfermera que saltara fuera … ¡Salta fuera!.. La enfermera saltó pasado medio kilómetro y yo salté también. Al saltar, mi mano derecha se fracturó, toda la piel del lado derecho de mi cuerpo desapareció y tuve más lesiones.  Pero no me importó y fui a buscar a la enfermera que había caído lejos de la orilla de la carretera y había quedado sin sentido.

Al ver esa situación, intenté llevarla a la carretera.  Un autobús de Phulbani iba a G. Udayagiri y todos los pasajeros del autobús nos llevaron al hospital de Tikabali. Yo era muy conocida allí , por lo que muchos vinieron al oír que Patra había tenido un accidente.  Después de un primer tratamiento, el médico nos llevó a un gran hospital para escanear el cerebro y ponerme el yeso de la mano.  Cuando terminamos ya era de noche, más de la 1:30 de la madrugada, así que las dos volvimos a nuestro centro Pasara de noche. Ese espectáculo patético no puede describirse con palabras.  Todo el personal se sorprendió después de escuchar nuestro relato. 

A los dos días volvimos al hospital en Phulbani.  La noticia se había difundido por todas partes en el distrito de  Kandhamal.  Muchas personas recopilaban información sobre quién podría haber sido ese conductor.  La matrícula del coche era de Bhubaneswar.

Dimos las gracias a las personas que nos habían ayudado aquella noche, y un hombre nos dijo que había visto al anochecer, un coche que podría ser el nuestro, en el camino a un pueblo llamado Sankarakhol. Vayan y comprueben ese número de matrícula, nos dijo. Pedí a un compañero, Kalu, que fuera delante y viera el lugar.  Allí vio el coche y le preguntó a una persona local dónde estaba el conductor.  Le dijeron que estaba tomando té.  Kalu localizó al conductor me informó y fui al pueblo. Me acerqué al hombre, lo agarré por el cuello de la camisa con mi mano izquierda.  La gente de esa zona me conocía y me dijo, por favor, vaya a la comisaría, nosotros lo vigilamos, así que fui a la comisaría.

Pero el policía no me hacía caso, primero escriba la denuncia, me decía.

Pero le dije ¿Has visto que mi mano está rota?. ¿Cómo voy a escribir?  Entonces el policía me dijo que eso me pasaba por haber salido de noche. 

Y le contesté — ¿Es que hay alguna regla de que las mujeres no deben salir después de la noche?, por favor, muéstreme sus libros legales. 

Luego telefoneé al cabeza de Distrito y solo entonces el policía local arrestó a esa persona y pudimos ir al hospital.

Ms Sovasini 9 nos presenta una muestra más de la entereza y resolución de Sovasini. Nunca dejarán de sorprendernos las vivencias de esta mujer, rompedora con lo que se consideran «normal» para una mujer en India, en Odisha.

Publicación escrita por: Esther Millán