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Centros Swadhar. El caso de Anjali

Publicado el 17 septiembre de 2020 en Experiencias | Odisha | Proyectos | 3 comentarios

Muchas veces hemos hablado sobre la penosa situación de las mujeres, muchas de ellas jóvenes, que acaban acogidas en los centros Swadhar como los que apoya AdO en Odisha. Son casos que ellas mismas o sus cuidadoras nos han contado: abusos, maltratos, engaños, … Ellas saben por qué están ahí, excluidas de su familia, de su comunidad, pero es imposible que lleguen a entender las “razones” en las que se fundamenta semejante castigo.

Os voy a contar ahora la historia que hay detrás de una chica, Anjali, que es llevada a uno de esos centros. Esta vez contada por Sovasini, ya que sucede en la zona próxima a Pasara, y que podría decirse que tiene “un final feliz” gracias en parte a su mediación e interés por el bien de esa chica.

Un día, hace unas semanas, Sovasini, me escribió para hablarme de un problema con una de las instructoras de nuestras escuelas, en un pueblo a unos 14 Km de distancia de Pasara. Al parecer había mantenido relaciones con un chico y alguien les había hecho una foto con el móvil. Esto había generado un montón de problemas.

La chica tiene unos 23-24 años y parece que conoció al chico en algún festival. El chico vive en un pueblo de otro Distrito a unos 40 Km de distancia del suyo y la visitaba en su moto.

Como es una instructora de nuestro proyecto educativo, los padres llamaron a Sovasini  llorando, y ella fue al pueblo a mediar.

De momento los padres no dejan entrar a la chica a casa y la comunidad decidió que fuera a un centro Swadhar lejos de allí.

Cuando le pregunto  si no pueden explicar que la pareja se quiere y quieren vivir juntos, me contesta que ella no puede hacer nada, solo escuchar a la gente e intentar lo mejor para la chica. Que nunca permitirán ese matrimonio, sobre todo la familia del chico que es de casta más alta y la chica es muy pobre.

Posiblemente el caso irá a la policía, y aún se complica  más por vivir el chico en otro Distrito. Lo mejor sería que se solucione pagando el chico un dinero a la chica, si no el chico irá a la cárcel. Además la familia extensa  de la chica necesita dinero “para mantener el prestigio de la chica”. Obtienen una satisfacción mental y la chica puede vivir un tiempo con ese dinero.

Sovasini sabe que eso no es correcto pero me dice que no tiene poderes divinos para cambiarlo, que ella solo puede tratar de buscar la mejor solución para la chica. Que vuelva a casa lo antes posible y luego ya se irá viendo.

Tres días más tarde, al preguntarle cómo iba el tema…

Sovasini me cuenta que, tras tres días de discusiones, la familia extensa ha decidido que la familia del chico debe pagarles 350.000 Rs. (casi 5.000 €).  Ambas partes han aceptado.

Ante mi asombro, no sólo por el pago sino también por la cantidad acordada, me confirma que el dinero es para el futuro de la chica. Que se dan muchos casos en India  que terminan con grandes cantidades de dinero.  Incluso el Gobierno apoya con dinero este tipo de situaciones. Al menos este caso no ha llegado a la policía y la familia del chico quedará a salvo.

La chica volverá mañana a su casa. Ha aceptado el trato. No tiene otra opción. Pero no podrá salir, hasta que su comunidad le imponga una multa al padre. Es decir, que la comunidad reciba dinero, quizás 10.000 o 20.000 Rs.

No puedo creerlo, todos tienen algo que ganar excepto la chica. No hay derecho.

Según Sovasini  la comunidad tiene derecho  ¿?? Ya que si la comunidad lo decide, esa chica nunca podrá casarse, ni ella ni sus hermanos o hermanas. Con ese dinero todo se solucionará. Así es esa comunidad.

A continuación hice un comentario sobre la supuesta abolición de las castas en India

Sin embargo Sovasini me confirma que no es real. Incluso el Gobierno publica reglas distinguiendo diferentes tipos de castas. Y, por supuesto, la tradición es muy fuerte  en cualquier clase social de la sociedad india.

Y cuando incido en el poco efecto que nuestro programa educativo ha tenido en la valoración de la mujer en la zona, me confirma que harían falta otros 20 años más para que empiece a cambiar algo. El impacto que las familias tienen en los niños es mucho mayor que la que pueda tener la escuela.

En fin, es lo que hay, algo que nos resulta bien difícil de entender, y más aún si confirmamos que queda mucho por hacer. La mujer sigue siendo una moneda de cambio sin poder de autodeterminación.

Contribuir a superar esta lacra sigue siendo uno de los objetivos de AdO. Gracias por vuestra colaboración


Publicación escrita por: Esther Millán



3 respuestas a “Centros Swadhar. El caso de Anjali”

  1. Beatriz dice:

    Es completamente ilógico para nosotros. Una pena, un negocio, un desvarío…
    Parece que la educación que Amigos de Odisha consigue llevar hasta allí, al ser respetuosa con las tradiciones de la comunidad y ofrecida a través de personal de la zona, no incide especialmente en cambiar estas cosas. Lo hace, pero por lo que dice Sovasini, no como una revolución de ideas, sino como un cambio de mentalidad muy poco a poco. Es lo que hay.

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